miércoles, 11 de noviembre de 2009

Humala denuncia ´campaña artera´ del gobierno contra Elsa Malpartida


El ex candidato presidencial Ollanta Humala afirmó que la denuncia de supuestos vínculos entre la parlamentaria andina Elsa Malpartida y el grupo terrorista Sendero Luminoso es una "campaña baja y artera" del Gobierno.
Tras dar su respaldo a Malpartida, Humala afirmó que ya conocía dicha parlamentaria se había acogido a un artículo de la Ley de Arrepentimiento en 1994.
Dicha norma fue creada durante el gobierno de Alberto Fujimori, para dar facilidades legales a los militantes subversivos a cambio de información sobre sus líderes terroristas.
El líder del Partido Nacionalista Peruano (PNP) dijo que, como militar, conoció la falta de respeto vivida por las comunidades campesinas en la zona selvática del Alto Huallaga en esos años de violencia debido a la falta de presencia del Estado.
En tal sentido, Humala afirmó que Malpartida formó parte de las comunidades de campesinos que fueron víctimas del terrorismo y no verdugos.
"Rechazamos esta campaña baja y artera del Gobierno, a la cual se suma alguna prensa que prefiere priorizar el apoyo político que la libertad de prensa", declaró Humala.
El presidente de la República, Alan García, manifestó que la denuncia contra Malpartida refuerza la necesidad de renovar el Congreso a la mitad de su período.
El ministro de Justicia, Aurelio Pastor, dijo que los candidatos que ocultan ese tipo de información en su hoja de vida estarían incurriendo en un ilícito penal. EFE

TENDENSIOSA CAMPAÑA CONTRA LA COMPATRIOTA ELSA MALPARTIDA



El “faenón” del Decano
Sáb, 07/11/2009 - 21:01
FUENTE: DIARIO LA REPUBLICA

Por Alberto Adrianzén M.
Si bien resulta indignante la “denuncia” de El Comercio contra la congresista nacionalista Elsa Malpartida–este diario desde hace algún tiempo se ha convertido en vocero del macartismo y de la ultraderecha–, más nos deberían sorprender las reacciones de algunos periodistas e inclusive de defensores de los DDHH frente a las acusaciones, sin fundamento contra Malpartida.
Personas que en otras ocasiones han demostrado capacidades para analizar y comprender las complejidades de las situaciones vividas en los años de violencia, hoy se han mostrado prejuiciosas, formalistas e incapaces de ponerse en el lugar del otro.
También sorprende que hasta ahora ninguna organización defensora de los DDHH y de las mujeres se hayan pronunciado frente al drama vivido y el que vive ahora Elsa Malpartida. Me pregunto si más pesa la “bronca” al nacionalismo que la defensa de mínimos principios. En este contexto, tanto La República como la revista Caretas, felizmente, han reivindicado el ejercicio de un periodismo reflexivo sobre la tragedia que fueron los años de violencia en el país.
Me pregunto igualmente cómo reaccionarían El Comercio y otros diarios de derecha, pero también algunos congresistas y el gobierno, que se han sumado a este “cargamontón” contra la parlamentaria nacionalista, si se acusara de terroristas a empresarios que pagaron cupos a Sendero y al MRTA. ¿Por qué una campesina que colaboró obligada con SL es “terrorista” y no un empresario que, también obligado, pagaba “cupos” a estas organizaciones terroristas?
Digo todo esto porque la denuncia de El Comercio nos recuerda, en ese sentido, los operativos al más puro estilo montesinista. No solamente porque los hechos que motivaron esta “denuncia”, según se dice, ya eran conocidos desde hace algún tiempo por algunos congresistas apristas (lo que indicaría que esa información, como en otros casos, habría sido administrada) sino también por el rol que han jugado este y otros medios en una campaña de difamación y liquidación política, al parecer, con la “ayuda” de los servicios de inteligencia.
Si en la época de Fujimori-Montesinos los blancos políticos eran Somos Perú, llamada por los diarios fujimoristas “Somos Cutra”, o Gustavo Mohme y La República (todos recordamos la famosa publicación llamada “La Repúdica”), hoy lo son el Partido Nacionalista y Ollanta Humala. El objetivo parece ser liquidarlos antes del 2011, como lo hicieron con Andrade y Castañeda en 1999.
Y es el que el tratamiento que El Comercio le ha dado a este caso es, en verdad, una vergüenza política. El 4 de noviembre, un día después de la conferencia de prensa de Elsa Malpartida, Juan Paredes Castro en su columna insiste en que la congresista andina “había integrado los cuadros de Sendero”. Habría que decirle a este periodista, primero, que presente pruebas, y luego, si no es mucho pedir, que sepa distinguir que una cosa es ser un “cuadro senderista” y otra, como es el caso de Malpartida, haber sido parte de la población de una zona controlada por el senderismo. Además, como la misma congresista ha dicho, ella no es una “arrepentida” ya que nunca integró voluntariamente las filas de SL ni fue acusada en ningún momento de pertenecer a esa organización. Elsa Malpartida, como también lo fueron otros miles de campesinos en el país, fue una víctima de esa organización terrorista y de la violencia política.
Finalmente, es cierto que el caso Malpartida es también una cortina de humo para esconder los escándalos de corrupción. Por eso el problema no es “¿quién serena al humalismo?”, sino más bien quién serena a los diarios El Comercio, Correo, La Razón y Expreso, al gobierno y a la ultraderecha en su intento por restringir la democracia en el país y manipular las futuras elecciones, tal como pretende el propio presidente García.


¡¡¡¡LA JUVENTUD ESTA CONTIGO COMPATRIOTA, A MAS INJURIAS, MAS NACIONALISMO!!!!