jueves, 21 de enero de 2010

El tenebroso proyecto Haarp


Apenas 48 horas después de que el mundo empezara a conocer sobre las terribles consecuencias generadas por el terremoto de 7,3 grados en la escala de Ritcher, registrado en Haití, ya Barack Obama anunciaba que 3 mil 500 soldados estadounidenses partirían de inmediato a Haití a brindar “solidaridad”. La tragedia de Haití generó expresiones inmediatas de cooperación por parte de decenas de países. El pequeño aeropuerto de Puerto Príncipe colapsó, ya Estados Unidos tiene control directo del aeropuerto. Según Roger Searle, profesor de geofísica en la Universidad de Dirham (Reino Unido) El terremoto de Haití fue 35 veces más potente que la bomba de Hiroshima. El catedrático también comparó la energía liberada por el terremoto en el país caribeño con la explosión de medio millón de toneladas de TNT. Sin embrago, según la tesis de Searle, la energía liberada en el terremoto de Haití es una centésima de la que estalló durante el devastador Tsunami en la denominada Banda Aceh, al sur de Asia. Sin duda ese tsunami y su poder destructor causó una terrible impresión en la humanidad. Algunos lectores dirán: esos fenómenos son la consecuencia de la contaminación y la destrucción del planeta; otros dirán: los terremotos siempre han existido y forman parte de la forma como está constituido nuestro planeta; y otros se preguntarán ¿estos fenómenos tendrán únicamente causas naturales o alguna potencia interesada en seguir ocupando espacios estratégicos está detrás de un plan militar imperial de proporciones inimaginables? La Fuerza Aérea Estadounidense desarrolla un peligroso proyecto, que parece sacado de una película de ficción, pero no lo es, y que la comunidad internacional no sabe si ya está en ejecución. Se trata del proyecto Haarp, un sistema que puede generar violentos e inesperados cambios en el clima. La traducción al castellano de las siglas Haarp es: Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia. Funciona a partir del ataque a la ionósfera con ondas de alta frecuencia con la potencia de 1GW, lanzadas a partir de un complejo de antenas ubicadas en Alaska. Los estadounidenses habrían logrado reproducir artificialmente una aurora boreal. Mediante este sistema pueden utilizar la energía que está presente fuera del espacio terrestre y reconducirla a los fines de generar bruscos cambios de clima. De esa forma se podrían utilizar al Haarp como un arma de guerra. ¿Paranoia?¿Será el Haarp mito o paranoia antiestadounidense? No, en su resolución de 28 de enero de 1999 sobre medio ambiente, seguridad y política exterior (A4-0005/1999) , el Parlamento Europeo señalaba que el programa HAARP manipulaba el medio ambiente con fines militares. El organismo europeo, lejano de sospechas de ser antiimperialista pidió que se estableciera un convenio internacional que prohibiera el desarrollo de la máquina del clima. De acuerdo con investigaciones científicas precedentes y relacionadas con la manipulación de frecuencias en la ionósfera, se conoce que mediante satélites u otros instrumentos de reconducción se puede utilizar los llamados hipocampos que generan los Haarp para otros usos distintos al cambio climático, incluso para aspectos que no necesariamente son dañinos a la humanidad, como generar capa de ozono. Los Haarp potencialmente tendrían también la capacidad, de desintegrar objetos, generar combustiones espontáneas e inducidas, e incluso cambiar patrones cerebrales, inducir conductas y producir enfermedades biológicas. Investigaciones sobre el proyecto Haarp han surgido desde universidades estadounidenses y centros europeos. Uno de los pioneros en la investigación sobre Haarp es Nick Begich, un investigador científico de Anchorage, Alaska, la región donde se ubican las antenas del proyecto. La investigación de Begich no fue sólo científica, sino también política. Descubrió las conexiones entre patentes reservadas y de carácter secreto del gobierno estadounidense, y luego de las empresas conexas que se iban haciendo cargo de patentes relacionadas. Entre ellas denunció el investigador, habían algunas que se referían a “cómo hacer “Explosiones de tipo Nuclear sin Radiación”, sistemas radiantes de energía, el radar de sobrehorizonte, sistemas de detección para misiles que lleven cabezas nucleares, pulsos electromagnéticos antes producidos por armas termonucleares y otros recursos de la Guerra Espacial”. Entre quienes han escrito sobre proyectos relacionados con los Haarp, se encuentra Zbigniew Brzezinski, quien fuera asesor de seguridad del ex presidente Jimmy Carter, y a quien relacionan con la tendencia política dentro del sistema de poder estadounidense que representa Barack Obama. Brzezinski se refirió a las alternativas existentes para lograr cambios en el pensamiento de los seres humanos y en la guerra ecológica. Dijo que a pesar de las incomodidades que podría generar eso en ciertos sectores, el uso de tecnologías como los Haarp era inevitable. ¿Representaba una amenaza Haití para los intereses estadounidenses? , evidentemente no, tampoco es una nación que a simple vista posea recursos naturales indispensables para Washington. Lo que si representa Haití es una posición geográfica clave en el Caribe, en el contexto de una Latinoamérica que está librando los procesos de recuperación de soberanía más importantes desde la Guerra de Independencia. Es además Haití, uno de los países más pobres del mundo, tratado tanto por EEUU como por algunas potencias europeas como un campo de experimentación. Del Imperio pocas cosas se pueden dudar.Ayuda contrainsurgenteDesde este momento, la ayuda para Haití bajo control estadounidense tiene el sello de la contrainsurgencia, a fin de que el desastre no tenga consecuencias ni cristalice en la organización política y social, que fácilmente y por necesidad tendría características revolucionarias. El anticomunismo de los Duvalier en Haití al igual que el de Rafael Leonidas Trujillo en Dominicana tuvieron como inspiración cuidar al Caribe de la influencia que podría ejercer la revolución cubana.En México, luego del sismo de 1985, florecieron las doctrinas contrainsurgentes que impiden toda organización social independiente. El año de 1988 no puede explicarse a cabalidad sin lo sucedido en 85, que debilitó y afectó la estructura corporativa del PRI en la capital, su baluarte estratégico. Por ello, las nuevas doctrinas de “protección civil” son de control gubernamental ante situaciones de desastre, ya que un ejemplo de lo que no debe ocurrir fue lo sucedido en la ciudad de México en 1985.En condiciones como las de Haití, la organización civil contra el desastre puede transformarse en unos cuantos días en organización social democrática y liberacionista, por ello la ayuda estadounidense tiene un objetivo contrainsurgente el cual hace que tras la montaña esté otra montaña.
Chevige Gonzáles