Por Humberto Campodónico
Chile y Perú son los países mineros más importantes de América del Sur y cerca del 60% de sus ingresos por exportaciones dependan de los minerales. En Chile el principal mineral explotado es el cobre (seguido de lejos por el molibdeno), mientras que en Perú se explotan el cobre y el oro, seguidos del zinc, plomo, plata y otros. Desde el 2004 hasta mediados del 2008 los precios tuvieron su época de vacas gordas, mientras que ahora hemos entrado a las vacas flacas por la crisis internacional. Por ello, ambos sufrirán una fuerte caída de sus exportaciones. Es por eso que interesa saber cómo –en la época de las vacas gordas– aprovecharon sus recursos naturales para guardar “pan para mayo”. Veamos (*).En el 2006, la renta minera del cobre en Chile fue US$ 25,330 millones, de los cuales el Estado recaudó el 50% del total, mientras que el excedente de la minería privada (el llamado Grupo de los 10) ascendió al 46% y el resto correspondió a la estatal Corporación del Cobre de Chile (Codelco).En el 2006, la renta minera de cobre en Perú fue de US$ 5,510 millones, quedándose el Estado y las empresas privadas con el 25% y 75%, respectivamente. Algo parecido sucedió con el oro, pues la renta de US$ 1,606 millones se repartió entre el Estado peruano y las privadas en 28 y 72%, respectivamente.¿Por qué el Estado chileno se queda con una participación mayor? La respuesta es: porque allá existe una empresa estatal y aquí no. En efecto, los impuestos pagados por Codelco ascendieron ese año nada menos que a US$ 8,278 millones, de los cuales US$ 1,226 millones correspondieron a la Ley Reservada del Cobre que se destina a las FFAA de ese país.Resaltemos que Codelco paga más impuestos que las privadas, aunque solo produce el 38% del cobre (las privadas el 62%). No solo eso. Si el cálculo de la renta se realizara considerando solo a las empresas privadas (como si la producción de Codelco no existiera), la distribución de la renta del cobre se vuelve igual que la peruana: los privados se quedan con el 74% y el Estado chileno con el 26% restante. Es debido a esa importante contribución de Codelco que una buena parte del Fondo de Estabilización Económica de Chile se fue llenando durante la época de las vacas gordas hasta alcanzar la cifra de US$ 19,600 millones en agosto pasado. En cambio aquí el Fondo de Estabilización Fiscal solo tiene US$ 1,800 millones. Tampoco se cobró un impuesto a las sobreganancias mineras que hubiera recaudado, por lo menos, US$ 2,000 millones anuales del 2006 al 2008. Por el contrario, se optó por el “óbolo”, que solo genera US$ 150 millones anuales y que ya se acaba, porque han bajado los precios. Es importante por eso que el país recupere la renta de sus recursos naturales mineros, petroleros y gasíferos (aquí el ministro Sánchez quiere matar por inanición a Petroperú). En lo económico son “pan para mayo”, pero su importancia más grande reside en la recuperación de la soberanía nacional para usarlos como la palanca generadora de recursos para enfrentar los retos del siglo XXI.(*) La información de este artículo proviene del estudio que hemos realizado para Cepal, titulado “Renta minera y petrolera en países seleccionados”, setiembre 2008, LC/W.188. En el estudio se explican las consideraciones técnicas para obtener la renta minera, que se define como la diferencia entre el valor exportado a precio internacional y el “costo a cátodos” (incluye el costo de producción, más la depreciación y los costos financieros) de cada una de las minas.
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